Circuito vial

Pues sí, y aunque alguno pueda pensar que a más de uno nos haría falta no van por ahí los derroteros. Esta vez hemos colaborado con el Ampa del CEIP Federico García Lorca para llevar a cabo una actividad que teníamos en mente desde hace tiempo, hacer un circuito vial para que las chavalas y chavales del cole pudiesen circular con sus bicis como si lo hiciesen por la ciudad.

Los preparativos no fueron fáciles. Hablamos con la DGT para ver si tenían algún material que nos pudiesen dejar pero ese día lo tenían ocupado así que nos tuvimos que currar nosotros las señales y construir el circuito con una especie de suelo con forma de piezas de puzzle. Lo bueno es que a partir de ahí todo fue rodado. Los ciclistas, aunque impacientes por empezar a circular, atendieron a los breves recordatorios sobre el significado de las señales y en cuanto esto terminó empezaron a dar vueltas por el circuito.

Fue increíble, pese a que algunos circulaban en sentido contrario, interpretaban de manera un tanto «flexible» las señales de ceda el paso o de stop, e incluso alguno iba un poco más deprisa de lo aconsejado, en seguida se hicieron con las mañas para poder moverse por el circuito con agilidad y muy compenetrados. Y como no podía ser de otra manera, no hubo ningún percance y eso que compartían el espacio chavales de 5º o 6º con jóvenes ciclistas de infantil, que con sus bicis sin pedales no se habían visto en otra igual.

Para ser honestos he de decir que al poco de empezar a rodar nos pusimos a poner unos pequeños puntos con pintura a aquellos que se saltasen alguna indicación y lo más gracioso fue que a partir de ese momento empezaron a circular más despacio y a tomarse más en serio la señalización, yo creo que les faltó decir que lo habíamos hecho para recaudar.

Una experiencia para repetir y sobre todo para hacer en otros colegios. Los chavales se lo pasaron en grande, tanto que hasta uno de los chavales de infantil con su bici sin pedales se acercó a darme las gracias.

Y yo aprovecho para dar las gracias a Charles, Marta, Luca y al resto de colaboradores espontáneos que echaron una mano a mostrar a los futuros ciclistas que un futuro en bici está ahí al lado, sólo hay que subirse a la bici.