Revisión del nuevo carril bici a Santovenia

Movilidad

Hace ya algunos meses se inauguró el nuevo carril bici que conecta Valladolid con el pueblo de Santovenia de Pisuerga. En ASCIVA hemos aprovechado el verano, además de para subirnos a nuestra bicicleta a descansar, para revisar distintas partes de la infraestructura ciclista segregada de la ciudad que se están ampliando.

Este tramo, de unos dos kilómetros y medio, constituye el cumplimiento de una reivindicación de conexión ciclista que llevaba cerca de veinte años sin ser atendida (El carril bici entre Valladolid y Santovenia se estrenará con casi 20 años de retraso). Por fin, Santovenia y Valladolid están conectadas con un tramo ciclista segregado que va desde la rotonda del Carrefour de la VA-20 hasta el Parque Remuel de Santovenia, tal que así:

Y ahora pasamos a revisar el proyecto, sus aciertos, fallos y algunas mejoras que todavía se pueden realizar, con la intención de que sean escuchadas y aplicadas por la Junta de Castilla y león, responsable del proyecto en la VA-113.

Entre los aciertos principales del proyecto se cuenta el haber empleado la propia calzada anterior, ahorrando coste, y situando el carril bici a cota de calzada (en la mayor parte de su recorrido). Otro acierto, aunque con matiz, es la creación de un breve tramo de carril bici bidireccional en el lado Este para dar servicio al Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Río Duero, privado. Sin embargo, para cubrir el pronunciado escalón entre la acera y la vía ciclista, se ha introducido un pequeño espacio de verde con plantaciones claramente mayores a ese espacio y que ya invaden la vía ciclista (y lo harán mucho más en el futuro). Aunque el reverdecimiento es importante, se deben elegir las especies adecuadas.

El problema principal del proyecto es el ancho de la vía ciclista proyectada. Siendo aproximadamente de entre 2,3 y 2,5 metros, es un ancho que se queda corto para un carril bici bidireccional, como señala la Guía de recomendaciones de infraestructura ciclista del MITMA:

Con todo, una dimensión mayor era difícil de encajar en el ancho disponible, obtenido del fresado y ampliación del anterior trazado de este tramo de la VA-113. Una separación mayor del tráfico motorizado, al que se ha intentado calmar estrechando los carriles y creando zonas a 30 km/h, hubiera sido deseable (y posible) aumentando el coste de expropiación de ciertas zonas anexas a la antigua calzada. Eso hubiera encarecido el proyecto, pero mejorado la calidad ambiental del espacio y la atractividad de la vía ciclista. En ciertas zonas, por ejemplo, la nueva acera del lado de Santovenia claramente no cumple con el mínimo de 1,8 metros de ancho que estipula la Orden TMA/851/2021, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y la utilización de los espacios públicos urbanizados.

El proyecto actualmente no conecta con el tramo existente que acaba el Avenida de Santander, pero lo hará tras la ejecución del proyecto de humanización de la VA-20 del MITMA, que ya ha sido adjudicado.

Pasamos a comentar, pues, algunas mejoras aplicables hoy. En primer lugar, la eliminación de los múltiples bolardos cilíndricos plásticos que se sitúan en la mitad del carril bici:

Dificultan un recorrido seguro y tranquilo. Aunque pretenden evitar invasiones indeseadas del carril bici (probablemente para aparcar), el color verde ya remarca que ese espacio no es de aparcamiento o circulación de coches.

Otro aspecto a resolver es la cuneta situada justo en el margen del carril bici, con una considerable caída y peligrosidad:

Aunque no se ve en la imagen acaba en una tubería de gran tamaño de manera abrupta. Proponemos en este sentido, cubrir la cuneta con una rejilla de grandes dimensiones y granularidad, para que en caso de accidente el resultado no sea una aparatosa y dañina caída.

Por último, solo desde el lado de Valladolid al proyecto se le han añadido unas poco amigables señales R-407a, que obligan a emplear la vía ciclista segregada y prohíben el uso de la calzada.

Teniendo en cuenta que hay varios espacios en el lado este que no quedan bien conectados con el carril bici, que este es más estrecho (y menos cómodo, por ende) que la calzada y que hay ciclistas que preferirán naturalmente la calzada por una variedad de motivos, solicitamos la retirada de todas estas señales R-407a del carril bici a Santovenia.

Por último, dado que el carril bici en el lado de Santovenia comienza en una zona peatonal, la señalización del tramo de acera como compartido peatones-bicicletas por parte del Ayuntamiento de Santovenia ayudaría a normalizar a los ciclistas y otros usuarios a su incorporación.