Situación actual

Tras las pasadas elecciones municipales del 28-M, el nuevo equipo de gobierno ha planteado, con mayor o menor intensidad, primero la supresión y después el desplazamiento del carril-bici de Isabel la Católica. En agosto, nos reunimos con el nuevo concejal de movilidad y le presentamos esta misma propuesta alternativa tras conocer su proyecto inicial de modificación de Isabel la Católica. Lamentablemente, la rechazaron porque afirmaban que “ya tenían el proyecto hecho”, pero ahora lo han cambiado por completo. Además, afirmaban decían que el anterior proyecto no requeriría talar árboles y ahora aseguran que lo cambian para “no invadir las zonas verdes”.

Defendemos que Isabel la Católica debería mantenerse en su estado actual. El trazado actual es el mejor posible bajo las circunstancias actuales. Cualquier reforma empeorará necesariamente lo existente para la movilidad ciclista.

Sin embargo, a la vista de las intenciones de alterar la situación actual de Isabel la Católica por parte del equipo de gobierno, creemos que, al menos, es fundamental considerar una alternativa que evite la tala de árboles, giros imposibles, subidas y bajadas innecesarias, prevenga conflictos con los peatones y sea económicamente eficiente. Y más aún sea práctico para desplazamientos en cualquier horario y a cualquier hora del día y no solo para emplearse como recreativo, ya que en la actualidad este último uso no es el que se está haciendo del actual.

Nuevo proyecto del Ayuntamiento de Valladolid

La prensa publicó en septiembre de 2023 un nuevo proyecto de modificación de Isabel la Católica (nuestro análisis del anterior proyecto del ayuntamiento se encuentra en la siguiente sección). En este nuevo proyecto se eliminaría el carril-bici de la calzada y, en su lugar, se añadiría un carril para coches. Se eliminaría parte del paseo peatonal en el parque de las Moreras y la Rosaleda para crear una senda ciclista bidireccional de 2,3 metros de ancho.

A la vista de ambos proyectos presentados, entendemos que el Ayuntamiento considera la bicicleta como un medio recreativo y no de transporte, y que, por lo tanto, es su última prioridad en la movilidad de la ciudad. Los detalles conocidos hasta el momento de este proyecto son más bien escasos pero nos han permitido sacar una serie de conclusiones. Consideramos que la propuesta de este proyecto es aún peor que la anterior por las siguientes razones:

A la altura de la acera/parque. Realizar vías ciclistas a la altura de la acera está explícitamente desaconsejado por la Guía de recomendaciones de Diseño de Infraestructuras Ciclistas del MITMA (y cualquier guía europea de buenas prácticas). En adición a esto, generaría conflictos con los peatones, como ya ocurre en otras vías de esta índole, ya que los peatones invaden la senda ciclista, accidentalmente en la mayoría de las ocasiones. Actualmente ya circulan bicicletas por la ribera del río. Sin embargo, a estas bicicletas se añadirían diariamente más de 1000 que circulan por el actual carril bici de Isabel la Católica a día de hoy.

Más estrecho. Reduciría la anchura del carril-bici desde los 3 metros a 2,3 metros. Desde el año 2000 la DGT sugiere valores de anchuras mínimas para carriles-bici bidireccionales de 3 a 3,5 metros, el reciente Manual de de Recomendaciones de Infraestructura Ciclista del MITMA indica que bajo ningún caso se debe de bajar de los 2,6 metros libres, sin el necesario resguardo.

Indirecto y desconectado. El trazado de la senda ciclista tendría forma de S dentro del parque. Este trazado dificultaría su permeabilidad con el resto de vías, disminuyendo así su atractivo para ser utilizada.

Con subidas y bajadas. Las intersecciones con el puente de Poniente, el puente de Isabel la Católica y el puente Mayor requerirían de subidas/bajadas con notable pendiente. Esto convierte el nuevo carril en un circuito de mountain bike ciclo-turista más que un camino recto para desplazarse.

Restando espacio al peatón. La nueva senda ciclista eliminaría un 40% del espacio peatonal en los paseos por los que discurriría. Los desplazamientos a pie representan el 53% del total de desplazamientos en la ciudad (EDM 2015). Es irracional restar espacio al medio de transporte mayoritario.

Con cortes habituales. El nuevo emplazamiento de la senda ciclista pasa por donde tiene lugar un mercadillo, viéndose el uso del carril afectado o con cortes.

Con mayor espacio para el vehículo privado. Aumentar aún más el ya hiperdimensionado espacio dedicado al vehículo privado provocaría más situaciones conflictivas con los modos de desplazamientos más saludables. Asimismo, el artículo 281 del PGOU, titulado «reparto equitativo del viario público», dispone que en toda nueva urbanización de viario público nuevo o existente se respetará el criterio general de distribuir lo más equitativamente posible el espacio entre peatones, bicicletas y vehículos de motor.

Anterior proyecto del Ayuntamiento de Valladolid

La prensa publicó en julio de 2023 el anuncio del Ayuntamiento de un proyecto de modificación de Isabel la Católica en el que se eliminaría el carril-bici de la calzada y, en su lugar, se añadiría un carril para coches. Se crearía un acera-bici bidireccional de 2,3 metros de ancho en lo que actualmente es acera y se movería la acera hacia el parque, resultando en una acera de 2 metros de anchura.

Por la premura con la que fue presentado, entendemos que este proyecto se trata de un proyecto previamente valorado, pero finalmente descartado. Lo que no nos queda claro es el presupuesto asignado, ya que hemos visto variar las cifras desde los 1,2 millones de euros hasta casi los 1,7 millones de euros.

Los detalles conocidos hasta el momento de este proyecto son más bien escasos pero nos han permitido sacar una serie de conclusiones. Consideramos que la propuesta de este proyecto sigue al pie de la letra el manual de «cómo no hacer un carril-bici»:

A la altura de la acera. Realizar vías ciclistas a la altura de la acera está explícitamente desaconsejado por la Guía de recomendaciones de Diseño de Infraestructuras Ciclistas del MITMA (y cualquier guía europea de buenas prácticas). Adicionalmente, según el PGOU, la ordenanza ciclista y la ley de tráfico, esta vía no podría denominarse «carril-bici» por encontrarse en la acera, por lo que incumpliría el PGOU que establece que debe haber un carril-bici en el Paseo de Isabel la Católica. En adición a esto, generaría conflictos con los peatones, como ya ocurre en otras vías de esta índole, ya que los peatones invaden el carril-bici, accidentalmente en la mayoría de las ocasiones.

Más estrecho. Reducirían la anchura del carril-bici desde los 3 metros a 2,3 metros. Desde el año 2000 la DGT sugiere valores de anchuras mínimas para carriles-bici bidireccionales de 3 a 3,5 metros. Además, el espacio para el peatón se reduciría en algunos tramos de 2,8 metros a tan solo 2 metros. Esto no está permitido en el PGOU, que establece en el artículo 277.10 un mínimo de 2,5 metros de anchura de la banda de acera para acera sin arbolado y un mínimo de 4 metros para acera con arbolado.

Con giros de 90º. Las intersecciones con la calzada plantearían dos giros de 90º en el carril-bici, posiblemente debidas al hecho de desconocer la trayectoria y los movimientos de un ciclista.

Talando árboles. Pese a haberse indicado lo contrario, sería necesario la tala de muchos árboles de gran porte, además dentro de una zona definida como PEL (Protección de Espacios Libres). Desaparecerían 54 árboles, otros tantos quedarían seriamente dañados y numerosos rosales y arbustos serían eliminados. Tampoco está claro el impacto en la valla de piedra y la puerta de piedra (otro elemento protegido) que da acceso al parque desde el Paseo de Isabel la Católica. En adición a esto, las entradas a las zonas ajardinadas serían desplazadas, reduciendo significativamente la anchura de las zonas de paseo del parque próximas.

Propuesta de ASCIVA

Nuestra propuesta alternativa consiste en mantener el carril bici en su actual ubicación mediante el desplazamiento de la mediana y la integración del carril bus-taxi a partir del edificio de La Electra hasta la calle de San Quirce. Para ello solamente es necesario desplazar las tomas de las luminarias, varias hileras de maceteros, dos zonas de respiradores del aparcamiento subterráneo y reponer una zona con arbustos.

Esta propuesta es mucho más económica que el primer proyecto del ayuntamiento, evita la tala de árboles, evita subidas y bajadas innecesarias, minimiza los conflictos con los peatones, no invade el parque y mantiene un carril-bici amplio que se ha demostrado que cada vez transporta a más personas.

Por otro lado, el pequeño tramo del carril bus-taxi que discurre por esa zona está frecuentemente invadido por vehículos privados (ver figuras en Anexo 1. Ocupación de carril reservado bus-taxi de Paseo Isabel la Católica por parte de vehículos privados), ya que es necesario atravesarlo para acceder a la calle Veinte de Febrero (ahora con menos tráfico tras la peatonalización en 2021), la entrada del aparcamiento de Isabel la Católica, la entrada de la calle de Pedro Niño, la salida del aparcamiento de Isabel la Católica, el acceso al aparcamiento Poniente, y, por supuesto, para realizar el giro hacia plaza de Poniente, sin olvidar una zona de carga y descarga.

Adicionalmente, para disminuir el volumen de tráfico que atraviesa el Paseo Isabel la Católica en dirección al Puente Mayor, se puede habilitar el carril izquierdo de Isabel la Católica, justo antes de la intersección con la Calle de los Doctrinos, para girar hacia el Puente de Isabel la Católica.

En ASCIVA, creemos en la importancia de un diálogo abierto y constructivo entre la sociedad civil y las autoridades municipales. Instamos al Ayuntamiento de Valladolid a considerar nuestra propuesta alternativa y a establecer un espacio de diálogo para discutir los desafíos que plantea la modificación de Isabel la Católica.