Bicis que anuncian coches

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Asamblea Ciclista de Valladolid (ASCIVA)

Recomiendo ver primero el anuncio sin sonido y luego con él, ya que la reflexión hablará primero de las imágenes y luego del texto y de su interacción con las mimas. ¿Qué vemos en el anuncio? Vemos a un hombre que está saliendo de su trabajo en una ciudad (en un edificio alto de una ciudad parece) y que descanda sus bicicleta para circular con ella en el tráfico urbano hasta lo que suponemos es su casa. El trayecto parece largo, ya que circula por diversos escenarios: carretera con coches, puentes, parques, trozos de aceras, calzada en obras… y además, cuando llega al garaje, es ya de noche. El hombre parece sentirse a gusto pedaleando y parece que le gusta pedalear, hay un momento que zizaguea, va sin manos en otro tramo…, pero es que además circula con una pasmosa normalidad entre el tráfico, no usa casco ni ropa especial, ni luces ni reflectantes. La bici parece una fixie o al menos se le asemeja mucho y la maneja con soltura, con mucha soltura. Finalmente, el ciclista llega a su casa (suponemos) y aparca la bici en un garaje en el que solo está el coche, el gancho para colgarla y una manguera. ¿Que no vemos? No vemos carril bici, no vemos elementos artificiales accesorios a la bici, como son el casco o los chalecos reflectantes. Pero, más importante no vemos más bicis, es la única bici existente en todo el anuncio, al contrario que coches, personas, edificios o árboles, por poner unos ejemplos, que se ven más a lo largo del mismo. ¿Qué sugieren las imágenes? El anunciante nos vuelve a sugerir exclusividad. El protagonista del anuncio es el único que se mueve en bici. Es más, el es feliz por ir en bici, mientras que los demás no (o no lo sabemos); adelanta a todo el mundo en el atasco, pedalea por una zona de obras que en otros casos sería incómoda, sube un puente, va por la acera, pasa debajo de los árboles. Parece decirnos que está haciendo cosas que solo puede hacerlas, o sentirlas, él y que solo puede hacerlas, o sentirlas, por ir en bici. En definitiva, nos sugiere que el hombre es un triunfador, un ganador de la vida, y que (aquí llega el final), por eso también tiene ese coche. Y ahora el texto del anuncio: Cuando trabajes, trabaja Cuando descanses, descansa Cuando pedalees, pedalea, Cuando bailes, baila, Salta cuando saltes, Y cuando grites, grita! Si tienes que pelear, pelea Cuando ayudes, ayuda Y cuando lo intentes, de verdad inténtalo Cuando avances, avanza Cuando juegues, juega Y cuando sueñes, sueña Cuando ganes, gana Y cuando pierdas, sobre todo cuando pierdas, pierde Cuando conduzcas conduce. Si os fijáis bien como acompaña el texto a las imágenes, ninguna frase es casual, todas casan con una escena determinada, por ejemplo: «Cuando juegues, juega», lo pronuncia cuando está zizagueando; «cuando ayudes, ayuda», lo dice cuando el protagonista se sube a los pedales para afrontar una cuesta; o «cuando sueñes, sueña», aparece justo cuando enfoca a los árboles (en una escena onírica), en lugar del protagonista. Pero lo que más me llama la atención es cuando dice «cuando pierdas, sobre todo cuando pierdas, pierde». En ese momento es cuando aparece el coche. ¿Qué nos quieren decir, que la bici va perder frente al coche? Eso pensaba, pero si nos fijamos un poco más adelante, ya en el final, el anuncio dice «cuando conduzcas, conduce». Pero no aparece conduciendo un coche en ningún momento. ¿Es que BMW está promoviendo la conducción responsable (y no solo en el sentido de no beber, sino de coger el coche solo cuando sea necesario?) ¿Por qué una bici para vender un coche? BMW le ha dado la vuelta a la tortilla. Hasta ahora, en los anuncios de coches en general no se veían coches (como norma general). Solo se ve el coche protagonista circulando en solitario, sin atascos, sin cortapisas, con la ciudad, o el campo o la montaña, para ellos solos. La marca alemana, nos coge un elemento de moda: una bici y nos la mete entre coches. BMW siempre se ha caracterizado por no mostrar su coche, pero hacía como las demás marcas, no mostraba coches en su «hábitat natural»: el atasco. Esta vez BMW parece saltarse la regla sagrada de que el coche es libertad, es poder ir donde quiera tu solo sin nadie más a tu alrededor, y nos muestra, aunque solo sea unos segundos, la realidad del vehículo: estar condenado al atasco. Parece querer decir: os vendo algo muy especial, muy exclusivo, no es para usarlo todos los días. En fin, no negaré que me gustan muchos los anuncios de BMW, pero este me ha parecido excepcional. ¿Y vosotros, qué opinais de este anuncio?