Independientemente de las premisas técnicas en la que el el manual entra en detalle, me llama mucho la atención cómo se pone por escrito, premisas que ya formaban parte de nuestro sentido común, por ejemplo: 1. Cercanía al destino. … La recomendación es que sea instalado siempre a menos de 30 metros del lugar de destino, o que llegar a él desde el acceso, tome menos de 45 segundos caminando. 2. Ubicación a nivel. El biciestacionamiento debe ser fácilmente accesible, sin necesidad de salvar gradas o peldaños, rampas de acceso a niveles inferiores o superiores. 3. Visible y Reconocible. El punto debe ser visible para todos los usuarios del espacio público y reconocible como un biciestacionamiento, de tal modo que sea identificable por el usuario, se respete el acceso a él y su uso exclusivo. 4. Vigilancia natural. El punto elegido no debe quedar oculto de la mirada de los propios transeúntes. La presencia de personas, es un factor inhibidor de acciones vandálicas y de delincuencia. 5. Iluminación. Debe privilegiarse que el lugar elegido esté en el campo de iluminación de una luminaria pública u otra fuente permanente. 6. Vía libre. … no se recomienda su instalación en lugares de actividad peatonal excesiva. El manual habla también claramente de las condiciones de concentración o dispersión de los aparcabicis, interesante concepto, en función de donde se coloquen. Recomiendo su lectura, son 52 páginas, pero está lleno de fotos y algunos tecnicismos (el material del que deben estar hechos, la calidad del acero, etc.) os los podéis saltar.