Rebeca Borrás, de 20 años, circulaba correctamente en bicicleta el pasado domingo por Valencia cuando un conductor borracho se saltó un semáforo en rojo a gran velocidad y la arrolló. Rebeca murió en la ambulancia camino del hospital. La Asamblea Ciclista de Valladolid ha convocado este domingo 20 de enero a las 12 de la mañana en la Plaza Fuente Dorada una concentración de protesta por este nuevo acto de violencia vial, que en este caso se ha cobrado la vida de Rebeca. Por su parte el colectivo Valencia en Bici ha convocado una concentración el próximo viernes a las 19.30 en el lugar del suceso para mostrar su apoyo a la familia de la víctima. http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/01/14/valencia/1358162122_699558.html http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/01/15/valencia/1358274032_395197.html
Mes: enero 2013
Escoltado por un autobús urbano
Una mañana fría de invierno en nuestra querida Valladolid, salí de casa con mi bicicleta y los tres kilos de ropa necesarios para no quedar helado al tener que cruzar la ciudad para ir a trabajar. Nada indicaba que la mañana sería diferente, frío los primeros cinco minutos hasta que la caldera del cuerpo humano se enciende gracias al pedaleo, un par de semáforos en verde hasta llegar a la plaza de La Rubia, es decir, todo dentro de lo habitual. Ahí ya enciendo mis luces porque entro a compartir calzada con los demás vehículos motorizados y me pongo más alerta porque desde ese punto hasta el carril bici rojo que empieza en el Corte Inglés estoy mas expuesto. Llegando a la altura de Indiana Bill veo por mi espejito que se acerca un autobús urbano que tiene su derecho según el código de circulación a su carril bus y por lo tanto yo ya iba sobrando. Viendo que no venían coches por el carril central y sin miedo a ser atropellado me desplacé a dicho carril para que el autobús pasará sin problemas por su preparado camino que bien quisiéramos los ciclistas urbanos. Cuando ocurre una de las cosas mas destacadas que me han ocurrido en bici. El chófer del autobús se coloca a mi altura y me indica que me meta en su carril delante de él, yo sorprendido le hice caso, me escoltó todo el trayecto hasta el semáforo del Corte Inglés y gracias a que se puso en rojo, pude esperar a que se volviera a poner a mi altura y en lo que dejaba a sus pasajeros, tuvimos una charla en la cual yo le agradecí el gesto. Él no solo me había escoltado sino que me animó a usar su carril porque el otro es muy peligroso y no merece la pena jugarse la vida. Y añadió que si algún compañero me pitaba alguna vez, que «pasará olímpicamente de él». Yo no sabía como agradecerle su hazaña y su saber estar. He de decir que nunca un chófer de autobús urbano me ha pitado en ese tramo en concreto, así que deduzco que todos saben que es lo más lógico y seguro, pero, ¿lo saben eso las autoridades?, a juzgar por las restricciones legales yo diría que no.